No necesitamos Camarones

Imagen estenopeica tomada con una lata de refresco

No todos lo saben. Para hacer fotos, incluso interesantes y artísticas, no necesitamos ningún "camarón". Frente a los frikis de los últimos modelos, sí, esos que nunca tienen bastante con la cámara que tienen y la cambian cada 6 meses -aunque cuando la compraron nos decían que era "insuperable"- hay varias tendencias que prescinden de la sofisticación en el equipo y capturan imágenes con lo más sencillo que tienen a mano: una cámara estenopeica artesanal, una compacta baratuchi e imperfecta, o un móvil. 

Es cierto que cada opción es diferente, y las he nombrado de menor a mayor intervención tecnológica.

La primera opción está teniendo cada vez más seguidores. Tanto es así que se multiplican los cursos, libros, tutoriales, exposiciones y encuentros o propuestas para hacer imágenes a través de un objeto doméstico convertido en cámara oscura. Una corriente dentro de la fotografía estenopeica y cercana a las ideas ecologistas, se está haciendo llamar Solarigrafía y da lugar a sorprendentes imágenes.

Fotógrafo Diego López colocando una cámara estenopeica

Una caja de galletas, una lata de refresco o de leche en polvo infantil, hasta una furgoneta "tuneada" para ser una cámara portátil. Esta es la solución de el conocido fotógrafo israelita Ian Wolf, que recorre el mundo en su "vehículo fotosensible".

Wolf dentro de su "furgoneta oscura"

Foto de Ian Wolf

Dentro de la segunda opción, encaja perfectamente el fenómeno nacido en los años 90 del siglo pasado: la Lomografía. 

Imagen lomográfica

Fotografía con lomo de varios objetivos

Partiendo de un equipo simple e imperfecto -una lente angular con aberraciones ópticas que producen viñeteado y un efecto tunel, y que satura los colores- pero con encanto, miles de seguidores se apuntan al "no pienses, sólo dispara". Tanto éxito ha cosechado, que hay aplicaciones y filtros para "desmejorar" las imágenes hechas con otros equipos, y que parezcan lomografías. A pesar de eso, estas cámaras de Europa de Este todavía se fabrican, aunque ahora lo hagan en China y se consideran un objeto de culto casi a la altura de las míticas cámaras Polaroid, adoptadas ahora por los más "cool".

Modelos variados de cámaras lomográficas

Y por último, lo más practicado: la "movilgrafía". Armados con sus móviles y auxiliados por el programa Instangram, miles de cristuras se lanzan a la selva fotográfica con resultados desiguales. Lo bueno es que entre tantos millones de fotos, con que salgan decentes un 1%, ya son muchas. Hay incluso libros editados con fotos de esta técnica.

Libro de fotos de smartphones

También se crean tendencias dentro de los aficionados, que se especializan en algún tema, por ejemplo el documentalismo urbano. Este es el caso de eyephoneography, colectivo organizado con resultados más que interesantes.

O el Mobile Photo Group, que defiende las imágenes tomadas con este popular y accesible aparato, algunas de las cuales están entrando en los museos e incluso llenando las portadas de prestigiosos periódicos. Esto está cambiando el panorámica fotográfica mundial, como defiende en esta entrevista Sion Fullana, pionero en este terreno.

Fotografía de Sion Fullana.

Como véis, no necesitamos "camarones", sino talento y trabajo.